lunes, 23 de abril de 2012

TODOS LOS FUEGOS


En Ferrowhite liberamos al “Dragón de la draga”. Fue este sábado y estaban acá para recibirlo los chicos de la Orquesta Escuela de Ingeniero White. Hacía frío. Hicimos fuego. Y calentamos nuestras manos batiendo unos tambores plásticos de 200 litros: la batucada del dragón.  

  
Con algo de tigre, algo de águila y mucho de serpiente, el dragón es un animal tan fabuloso como ambiguo. Tanto que no sabemos todavía si la figura pergeñada por Alicia Antich para arañar los muros de La Casa del Espía, es símbolo de oportunidad o de peligro, de protección o de amenaza. Tal vez se trate de todas esas cosas juntas. Tal vez el dragón esté aquí para recordarnos que la fábula no es un territorio perfectamente separado de la historia.¿Qué tendrá que ver el “Dragón de la draga” con el buque con bandera de Hong Kong “Ningbo Dolphin” que, en este preciso instante y ante nuestros ojos, carga 20.000 toneladas de soja con destino a China? ¿En qué se parece el fuego que sale de su boca a los fuegos que emergen de las chimeneas que se ven ahí nomás, tan clarito, desde el patio de la Casa del Niño donde la Orquesta Escuela ensaya cada semana?   
  

Andrés, 10 años, violista, pregunta si creemos en los dragones. La respuesta es sí.


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