miércoles, 1 de febrero de 2012

NAVEGAR SIN TEMOR



"Cuando recién tiramos la balsa, chocamos con los arrecifes, zafamos por medio del bichero y nos fuimos... después nos llevó lejos la marea... Luis Leiva tuvo que seguirnos con la filástica en la mano para sujetarnos... yo le pedí a Caputo que suelte su cabo para emprender la navegación.... estaban los obreros de Toepfer mirándonos, se reían, nos sacaban fotos, no lo podían creer..." comenta Roberto Orzali sobre su primer viaje en la barca de bidones que a falta de un nombre ya tiene un montón: La Celestina, Guaitilus, Milonguita, Bidobalsa, Bidonave, Bidonessa... ¿A vos se te ocurre alguno?

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